Vicente Huidobro: EL PRIMER COLECCIONISTA DE ARTE NEGRO EN CHILE
Vicente Huidobro se interesó por el arte africano justo en el momento en que estaba iniciándose su auge. En diciembre de 1916, recién llegado a París, asistió a la 1re Exposition: Kisling, Matisse, Modigliani, Ortiz de Zarate, Picasso, Sculptures nègres, organizada por el comerciante Paul Guillaume. El poeta pasó los siguientes diez años admirando la influencia estética de esas creaciones y reuniendo una colección de piezas que más tarde traería a Chile, siendo un pionero en este tipo de colecciones en el país. Cerca de cien años más tarde, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Universidad Católica inauguraron la muestra «Huidobro: entre la vanguardia y el arte africano». La exposición presenta decenas de piezas de su colección personal y entrega un mayor contexto sobre este vínculo cultural entre el arte africano y su influencia en el poeta Vicente Huidobro (1893-1948).
Como señalara en su discurso Manuel Alvarado, curador de la exposición e investigador de colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes «En una calurosa tarde de 1905 en las cercanías de París, tras una larga jornada pintando junto al Sena, el joven pintor Maurice de Vlaminck se sintió atraído por unas llamativas figuras que un tabernero había dispuesto entre las refulgieres botellas de licor. Luego de múltiples negociaciones y de comprometer una ronda de vino tinto para todos los presentes, el artista se hizo con una escultura de Costa de Marfil y dos de Benín, inaugurando así una nueva forma de coleccionismo que tuvo profundas consecuencias para las artes y la estética de comienzos del siglo XX: el coleccionismo de arte africano. Alrededor de una década más tarde, el poeta Vicente Huidobro recién arribado a París experimentó una seducción semejante al conocer la estatuaria africana en los talleres de artistas como Pablo Picasso y Jacques Lipchitz, y en las salas del Museo del Trocadero, lo que lo llevó a convertirse en el primer chileno en constituir una colección de arte africano y, además, ser uno de los primeros intelectuales abocadados a la siempre inalcanzable tarea de traducir y hacer inteligible para los observadores occidentales, la rica estética de las producciones simbólicas de África Subsahariana.».
Alvarado, quien tomó contacto para su investigación con la Fundación Vicente Huidobro en el año 2021, revisando el material de archivo de la Fundación para dar contexto a las piezas de arte negro que forman parte del patrimonio del MNBA, señaló en la inauguración que «Sobre Vicente pareciera que sabemos muchísimo, pues cientos de páginas referidas a su vida y obra se publican anualmente alrededor del mundo. Sin embargo, la exposición Huidobro, entre la vanguardia y el arte africano se inmiscuye precisamente en una de las facetas menos conocida de su vida: su afición coleccionista. De este modo, a partir de una veintena de piezas de su propiedad –desde 1930 en manos del Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo Histórico Nacional gracias al carácter visionario de Manuela Portales Bello–, la exposición que hoy inauguramos tiene por propósito presentar desde una mirada crítica la colección de arte africano del poeta, dando cuenta de su historia, trayectoria e impacto dentro de su pensamiento y obra literaria.
Este conjunto de objetos reunidos entre 1917 y 1925 aproximadamente, acompañaron el diario vivir de Vicente. Desplegadas sobre la chimenea de su apartamento parisino o en su estudio, estas máscaras y esculturas de madera ricamente tallada fueron testigos y, también detonantes, de su devenir hombre de vanguardia. Quienes coleccionamos sabemos que los objetos no pasan inadvertidos, y se cuelan sobre las tramas de sentido de la existencia. De este modo, la colección se despliega en los gabinetes de la psique, a la vez que expande la vida sobre el mundo material. El caso del poeta no fue la excepción, y buena parte de su obra, especialmente aquella en que África y sus habitantes fueron tematizados, surgió en el entorno que estas piezas re-creaban.».
Para finalizar, el curador manifestó que «Huidobro, entre la vanguardia y el arte africano a través de los tres ejes problemáticos que la componen, es una invitación a volver a mirar este conjunto de piezas a través de las cuales se concatenan geografías, tiempos, corporalidades y culturas que encuentran en la figura del poeta su nodo articulador. Así también, esta exposición busca motivar la reflexión sobre: las narrativas que se han construido en torno a estos objetos y sus formas de circulación y arribo a Chile, a las estrategias de patrimonialización y a las formas en que fueron significativas para el propio poeta.
EL ARTE NEGRO NO ES UNA MODA, ES UN ARTE CREACIONISTA
En tanto, Antonia García-Huidobro, en representación de la familia García-Huidobro y bisnieta del poeta dedicó sus palabras a los jóvenes que visitarán la muestra, afirmando que «En 1917, cuando Huidobro llegó a París, acceder, mirar, disfrutar de un arte que no fuera el europeo era una novedad, no era “evidente” como dirían los franceses. Era a través de quienes colonizaron Asia, África y Oceanía, de los exploradores y lo misioneros que las muestras de este arte comenzaron a llegar a los salones de la alta sociedad europea. La mirada de ese entonces – y hay que entenderlo dentro de la cosmovisión de esa época – es que se trataba de un arte primitivo, una expresión propia de un estado primario de la evolución … y por tanto, eran objetos tipo “fetiches”, muchos asociados a la magia negra, una suerte de arte infantil. Pese a esta mirada un tanto despectiva, el arte negro se puso de moda en París. Por la influencia del jazz, por los bailes, por el atractivo de los artistas negros, entre otras cosas. Imaginémoslo hoy como que el arte negro se hizo viral.».
Continuó señalando que «Lo interesante de Huidobro es que, para él, el arte africano nunca fue una moda, un trending topic, sino un arte creacionista. Un arte que no imitaba la naturaleza, sino creaba con madera una nueva realidad, que surgía del interior del artista. El arte negro estaba a la misma altura que el arte de Vanguardia porque era auténtico y no se ceñía a ningún precepto, a ningún marco estético pre-establecido. En palabras huidobrianas: el arte negro no era un arte de esclavos, sino -podríamos decir – de inspirados.».
«Sin duda, Huidobro fue un visionario en muchos aspectos – manifestó su bisnieta – siempre he pensado que habría disfrutado el tiempo actual y habría sido un tuitero incansable y un creador de contenidos un poco agobiador. Y entre sus varios adelantos, ya en esos convulsionados años de guerra, el poeta se dio cuenta de que la negrofilia, “ser fan de los negros”, dejaba ver un sesgo de superioridad y discriminación, pues los negros no eran “los otros”, sino nos-otros, los occidentales, los blancos, éramos simplemente “unos otros más”.
Antonia García-Huidobro, finalizó con los versos huidobrianos de Ecuatorial, donde el poeta decía:
Otros clavan frescas lanzas en el Congo
El corazón de África soleado
Se abre como los higos picoteados
Y los negros
de divina raza
esclavos en Europa
Limpiaban de su rostro
la nieve que los mancha.
Esta muestra, en una actividad conjunta entre el Museo Nacional de Bellas Artes y la Universidad Católica, cuenta con materiales del Archivo Vicente Huidobro, que contiene más de 5 mil piezas entre cartas, libros, primeras ediciones y otros y que se encuentra en un comodato y a disposición de investigadores y estudiantes en la Biblioteca de Humanidades de la universidad en el Campus San Joaquín. Para esta exposición también se consideró una de las obras de arte africano que forma parte de la colección del Museo Vicente Huidobro. Con entrada gratuita y disponible hasta el 31 de enero del 2025, la muestra se puede recorrer de lunes a sábado en Alameda #390, Centro de Extensión de la UC y también se puede coordinar una experiencia más completa mediante visitas guiadas a través del correo: visitasguiadas@uc.cl